SANTIAGO.- El presidente chileno, Sebastián Piñera, vivió una de sus peores jornadas luego de que 150.000 jóvenes marcharon contra su gobierno en todo el país, en un día marcado por las fracturas en el oficialismo, a un año de los comicios municipales. "El gobierno debe entender que el país quiere educación pública gratuita y de calidad", insistió entre las movilizaciones la líder universitaria Camila Vallejo, a la espera que el Ejecutivo entregue una tercera respuesta a sus demandas.
El Gobierno, en palabras de su vocero, Andrés Chadwick, dijo estar abierto al diálogo, pero anticipó que optará por enviar las reformas educativas directamente al Congreso, de mayoría opositora, sin consensuarlas con los jóvenes en huelga hace tres meses. Así, el alcalde oficialista de la capital, Pablo Zalaquett, anticipó: "Vamos a tener un año convulsionado porque los jóvenes no van a bajar las marchas hasta que se aprueban los proyectos en el Congreso", sostuvo.
El problema es que Piñera, con su popularidad al 25 %, no logra abrir puentes con la oposición de centro izquierda, mayoría en el Congreso, que se renueva en 2013. La oposición, con un respaldo de sólo 20 %, requiere a su vez acercarse a sus electores, tras perder el poder en 2010. El conflicto social, que tiene de trasfondo una crisis de representación política, está obligando al jefe de Estado a negociar reformas políticas, sociales y civiles que dividen sus propias filas. El lunes hubo una reunión entre el Gobierno y la Democracia Cristiana para reformar el sistema político y electoral, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet. Pero ayer, Piñera firmó y envío al Congreso un proyecto de ley que legaliza la vida en pareja homosexual, desatando el rechazo de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el principal partido del país y el oficialismo. "Presidente, está legalizando el pecado!", gritó una mujer evangélica en el acto de firma del proyecto, al que inéditamente rechazaron los jefes de la UDI. "No me pidan que vaya", dijo el senador Juan Antonio Coloma, presidente de la agrupación. "El proyecto es irresponsable", planteó el diputado Gonzalo Arenas. "Si el presidente no escucha a sus partidarios, menos lo hará a los estudiantes", dijo.
Piñera, que prometió llevar al país al desarrollo, no logra encontrar una salida al atolladero, pese a nombrar tres gabinetes en año y medio de gestión. Los estudiantes y profesores, apoyados por un 80 % de la población, esperan lograr cambios profundos al sistema de desarrollo, esencialmente por su inequidad en la distribución del ingreso. (DPA)